sábado, 2 de marzo de 2013

El crédito

Hace días que le estoy dando vueltas a escribir algo sobre el crédito, pero preferí esperar hasta el fin de semana para tener más tiempo y darle la importancia que se merece.

Según Wikipedia, el crédito es "una operación financiera donde una persona física o jurídica (acreedor) presta una cantidad determinada de dinero a otra persona física o jurídica (deudor), en la cual este último se compromete a devolver la cantidad solicitada en el tiempo o plazo definido según las condiciones establecidas para dicho préstamo más los intereses devengados, seguros y costos asociados si los hubiera" (Y claro que los hay!!!)

Para ponerlo en contexto, el crédito es lo contrario del ahorro. El ahorro consiste en posponer un consumo actual para poder consumir más en el futuro. El crédito, en cambio, permite consumir más hoy a costas de nuestro consumo futuro. Cabe aquí mi primera reflexión: Mientras menos nos preocupe nuestro futuro, más propensos seremos a vivir con la famosa tarjetita copada.

¿Es conveniente comprar a crédito? La verdad es que sólo se me ocurren dos situaciones aplicables a nosotros las personas comunes y corrientes en las cuales resultaría conveniente comprar a crédito: La primera, cuando sabemos que vamos a recibir un dinero extra en el futuro y se nos echó a perder la lavadora, podemos comprarla hoy mismo y ajustar el crédito para pagarla haciendo uso de ese dinero extra. La segunda, que vayamos a usar ese dinero en comprar algo que luego vamos a vender, con una ganancia superior a lo que me cuesta el crédito.

Este segundo ejemplo me lleva a la segunda reflexión: El crédito fue creado para las empresas, no para nosotros las personas de carne y hueso. Claro, porque las empresas pueden pedir dinero prestado, pagarlo, y quedar finalmente con una ganancia!!! Nosotros en cambio, no obtenemos ninguna rentabilidad sobre el dinero que pedimos prestado, más allá de la satisfacción inmensa que nos produce poseer el último chiche tecnológico o los zapatos que usó Carrie Bradshaw en la película.

Los reto a recorrer su dormitorio (incluido el closet) y hacer una lista de las cosas innecesarias que poseen. ¿Cuantas de ellas fueron compradas a crédito? Créanlo, debemos evitar comprar a crédito, más aún aquellas cosas que no son necesarias. La consigna es ahorrar y comprar al contado. Cultivar la paciencia (hay cursos de yoga gratis) y esperar a tener el dinero para comprar las cosas que queremos comprar, claro que luego de pensar mil veces si en realidad las necesitamos. Otro punto importante es tener un fondo de emergencia para las cosas necesarias, esas que son tan necesarias que no pueden esperar.

Para los que utilizan habitualmente con el crédito, les aconsejo no pagar sólo el mínimo, sino por lo menos dos veces este monto. Al pagar el mínimo nos demoramos mucho tiempo en saldar nuestra deuda (efecto bola de nieve) y terminamos pagando varias veces por lo que compramos. Si estamos en un nivel en que el dinero sólo nos alcanza para pagar el mínimo, entonces debemos reconocer que estamos en problemas y aplicar medidas para disminuir nuestro endeudamiento.

El crédito en la mayoría de los casos, significará un periodo futuro de estrechez económica. En mi entrada anterior sobre la definición del ahorro, aparece algo que podría rescatar como un consejo y que sirve muy bien como reflexión final: Evitar las compras a crédito significa pagar menos por las cosas. Al pagar menos, podemos ahorrar más... y así echamos a andar el circulo virtuoso del ahorro y comenzamos a pavimentar nuestro porvenir financiero.

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